miércoles, 15 de marzo de 2017

Documento de la DTe



USO PEDAGÓGICO DE DISPOSITIVOS MÓVILES

El uso pedagógico de los dispositivos móviles representa un desafío y una propuesta de interés en la medida que su incorporación se realice en tanto recurso educativo situado  en el marco de la educación digital. Esta afirmación, válida para los celulares como para cualquier otro dispositivo tecnológico, se justifica en el principal objetivo de integrar las prácticas docentes y pedagógicas a la sociedad del siglo XXI.
Las escuelas y los espacios aúlicos involucran una integralidad de distintos elementos, los referidos a la cultura material (sillas, escritorios, pupitres, bibliotecas, libros y distintas pantallas, entre muchos otros) y los referidos al espacio simbólico del trabajo escolar en donde se produce, reproduce y circula la el conocimiento, la comunicación, la información, coexisten el juego, la exploración, la creatividad y se despliegan las potencialidades para el desarrollo del pensamiento crítico. Es en este marco en que se entiende el uso pedagógico de los dispositivos móviles, es decir, como un recurso más, siempre mediado por las decisiones de enseñanza de los docentes y para que los alumnos realicen las prácticas que propongan aquellos en el marco de su programación de la enseñanza y/o aquellas que con dichos recursos los alumnos, tanto en la escuela como en otros entornos sociales y culturales, ya realizan.
Es consabido que actualmente existen dispositivos móviles con características incluso más potentes que una computadora, serán los docentes quienes en sus instancias de planificación, implementación y evaluación de la enseñanza involucren su uso, de acuerdo a la disponibilidad de los dispositivos, combinando el uso pedagógico del celular con otras pantallas, involucrando y entramando también el uso de recursos más ‘tradicionales’, como la lectura de un texto impreso, la expresión artística, la anotación de conceptos relevantes en el pizarrón, etc.
La escuela y los docentes no podemos desconocer las nuevas formas de leer e interpretar el mundo con las que los alumnos de hoy abordan los contenidos y las tareas escolares, ellos en ocasiones ya están utilizando dispositivos móviles para dar cuenta de ciertas actividades escolares: sacar fotos, buscar información en páginas web, convertir el celular en cámara de cine, grabar reportajes, etc.
Si nos preguntamos qué sabemos respecto de los alumnos de hoy en día probablemente  señalemos que en general manejan una variedad de recursos en pantalla para obtener información: páginas web, redes sociales, teléfonos celulares, comunidades virtuales, etc.; que utilizan y decodifican diferentes tipos de lenguaje que no se presentan secuencialmente, sino en forma simultánea, como animaciones, fotografías, gráficos, textos, hipertextos.
Los dispositivos móviles suelen ser propiedad de sus usuarios, quienes  los llevan consigo durante todo el día, y ofrecen grandes posibilidades de adaptación a las necesidades individuales, por lo cual, se prestan mucho más a la personalización que las tecnologías compartidas y fijas.
¿Es preciso que todos y cada uno de los alumnos de un curso posean  un dispositivo móvil de su propiedad para plantear un encuadre pedagógico de la clase con uso de tales dispositivos? En absoluto, la clase puede consistir en ese espacio material y simbólico típico del trabajo escolar en que mientras unos alumnos toman fotos con sus celulares, otros compañeros anotan conceptos relevantes en la pizarra digital, el docente colabora en ponderar la confiabilidad de una página web a la que accedieron un grupo de alumnos desde sus netbooks y otros compañeros subrayan las ideas principales y secundarias de un texto impreso traído a la clase por el docente.
Lejos de aumentar el aislamiento, el aprendizaje con el uso de dispositivos móviles puede ofrecer más oportunidades de construir las competencias complejas necesarias para colaborar con otros de manera productiva en términos de aprendizaje.
Cuando se enseña, los docentes precisan considerar cuál o cuáles son las maneras más convenientes para que determinados contenidos sean trabajados por los alumnos. La relación entre temas y forma de abordarlos es estrecha, contenidos y estrategias de tratamiento didáctico resultan inescindibles y es allí donde la figura del docente se afirma en cuanto a su autoridad pedagógica.

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